Rutger Hauer, el replicante de Blade Runner, murió a los 75 años

El actor holandés conocido por su papel en «Blade Runner», murió a los 75 años tras una corta enfermedad, indicaron este miércoles medios holandeses citando fuentes familiares.

«Rutger Hauer murió a los 75. Es visto como uno de los más grandes actores de Holanda», dijo la agencia de noticias ANP, agregando que murió el viernes y fue enterrado en una ceremonia privada.

La familia de Hauer no formuló declaraciones de manera inmediata.

El actor tuvo su primer gran papel en 1969 en la teleserie histórica holandesa «Floris», dirigida por el entonces poco conocido Paul Verhoeven. Este trabajo lanzó muchos años de colaboración entre ambos, aunque se dice que a mediados de los 1980 se distanciaron.

Rutger-Hauer-as-Roy-Batty-in-Blade-Runner

Verhoeven eligió a Hauer para el protagónico en «Turkish Delight» (Delicias turcas) en 1973.

Hauer entró en el radar de la audiencia estadounidense en 1981 en el thriller «Nighthawks» (Halcones de la noche) con la estrella de Hollywood Sylvester Stallone.

Al año siguiente desempeñó el papel de Batty, modelo número N6MAA10816, el líder de los replicantes Nexus-6 rebeldes en «Blade Runner», película de culto.

Hauer apareció en más de 100 películas holandesas e internacionales. Logró un Globo de Oro en 1988 por su papel en «Escape from Sobibor».

Al referirse a la muerte de Hauer, Verhoeven dijo a la agencia ANP que perdió a su «alter ego».

«Estoy muy triste de que no esté más con nosotros. Lo voy a extrañar mucho», afirmó Verhoeven.

El monólogo

Pero si la película en general es un clásico, en particular el monólogo final de Batty es una pieza que para muchos resulta inolvidable.

La escena ocurre en un enfrentamiento cara a cara entre Batty y Deckard, en medio de una noche lluviosa.

«He visto cosas que ustedes no creerían», le dice Batty a Deckard.

«Naves de combate en llamas en el hombro de Orión. He visto relámpagos brillando en la oscuridad cerca de la entrada de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Llegó la hora de morir».

Fue tal el impacto de esas palabras que pasaron a la historia como «El monólogo de las lágrimas en la lluvia» y desde entonces, se han vuelto a citar en canciones, libros y hasta en otras películas.

El propio Hauer participó en la redacción del parlamento.

A partir de una versión que originalmente era más larga, el actor la modificó para hacerla más corta e incluirle la frase sobre las lágrimas y la lluvia.

A Ridley Scott le pareció tan buena que incluso le preguntó a Hauer si lo había copiado.

Así, con su ingenio y su genial actuación, Hauer le imprimía un sello sublime a una escena que retrata el inusual enfrentamiento entre el hombre y la máquina, entre la vida y la muerte.