Cuando Nippur pudo haber llegado a la pantalla grande

Cuando allá por 1967 Lucho Olivera, cansado de dibujar historias aburridas se encontró con Robin Wood, el mundo de la historieta nacional cambio para siempre.

Ricardo Luis Olivera, Lucho para los amigos un Correntino creativo que estudiaba arte junto a Hugo Pratt y Alberto Breccia, llamo la atención de Héctor Germán Oesterheld (tan conocido autor creador de El Eternauta) debido a su estilo de dibujo de trazos cargados y detalles definidos.

Por ello, lo invito a hacer sus primeras publicaciones en las revistas Frontera y Hora Cero para luego sumarse al equipo de Misterix, donde en 1964 publicaría la primera obra con guion propio, Legión Extranjera.

Copia (3) de vbvb

Años mas tarde, llegaría el éxito con su primera publicación en la revista  D’Artagnan con el hoy mundialmente conocido Nippur de Lagash que llego a aparecer de 1967 y 1998.

Este rudo personaje, que le debía su nombre a la antigua ciudad Sumeria de Nippur, donde sus padres habían nacido, y luego adquiriría el epíteto de Lagash cuando abandona su ciudad, Lagash, en un exilio forzado, se forjaria como uno de los personajes mas resonantes en la historieta nacional.

Las historias estaba basada en parte en personajes históricos y mitos famosos de la Edad Antigua, sucediendo principalmente en la Sumeria del III milenio a. C. y en la región histórica del Creciente Fértil, donde se considera que se originó la revolución neolítica en Occidente, y que se corresponde con parte de los territorios del Antiguo Egipto, el Levante mediterráneo y la Mesopotamia.

Con el resurgimiento de Nippur de Lagash en su aniversario y el lanzamiento de sus historias en 60 tomos tapa dura, muchos volvieron a hacerse la misma pregunta

¿Por que tamaño material artístico nunca llego a la pantalla? Misterios que nunca podemos encontrar respuesta.

El realizador rosarino Iván Molina dice que filmar la historieta de Robin Wood es el objetivo de sus sueños. Un teaser -un capítulo realizado para conseguir financiación- y el aval del venerable autor han iniciado la nueva aventura.

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«Yo le sacaba las revistas a mi padre cuando era chico, empecé a leerlas sin saber qué eran, y había una de las historietas que me empezó a gustar por sobre las demás», dice Iván Molina, responsable de iniciar una gesta de características no menos épicas que las de su personaje predilecto. En otras palabras, Nippur de Lagash.

Hace unos años en una nota para Pagina 12 nos contaba:

La situación es más o menos así. Iván ha estudiado cine, dirige comerciales televisivos, y decidió embarcarse en un periplo que, desde hace cuatro años, tiene como objetivo la plasmación en pantalla de la gran historieta de Robin Wood. Aquí es donde aparece el teaser. ¿Qué es un teaser? Una muestra, un modo seductor y audiovisual de convocar, en este caso, ánimos financieros para que la aventura prosiga, para que sea finalmente posible. «Este teaser -señala Iván tiene dos partes. Por un lado es un capítulo, realizado a pulmón. Por el otro tiene como meta conseguir financiación. Está dirigido tanto a productores de cine como de televisión».

¿Cuál es el capítulo elegido?

Está basado en el capítulo «El rey», donde Nippur conoce a un rey joven que se escapa de su reino, donde mataron a sus padres. Como el chico se había criado en palacio le falta, digamos, «mucha calle». Entonces Nippur lo prepara, a golpes, pero lo prepara y lo hace hombre. Por eso dice: «Yo conocí un gran rey aquel día entre las arenas blancas y los escorpiones negros».

Allí aparece entonces, y desde las imágenes en movimiento que Iván presenta ante un auditorio lleno de colegas y amigos, la caracterización de Ariel Bressán, de rostro huraño y melancólico. El Errante de Lagash luce un físico enervado, más el parche característico y las armas precisas; síntesis de tantas visiones como dibujantes legendarios tuviera.

«Nadie creía que podía hacerlo pero, sin embargo, logramos realizar el teaser. Era una sensación interna que me quemaba el pecho. Hace cuatro años que estoy produciendo a full, renuncié a mi trabajo para esto. Treinta personas trabajaron ad honorem, con mucho esfuerzo. Estuvimos rodando en Carcarañá, y nos ayudó mucho la Secretaría de Cultura de allí. Todos los días hubo lluvia, y Nippur de Lagash es exterior, así que filmamos bajo la lluvia, con todo el barro, con muchas dificultades, pero se logró. Nadie me creía pero lo logré», recordó.

¿Cómo te planteaste la traslación en sí, de la historieta al cine?

Me preguntaba muchísimo acerca del criterio de cómo filmarlo. Respeté la gran mayoría de los encuadres de los cómics, que son distintos a los que normalmente vemos en una película. Lo que se me hacía muy difícil era personificar a Nippur, por el hecho de que todos tienen un punto de vista distinto, hasta me han dicho que Nippur debiera ser medio rubio. Eso sí, había algo que no podía negociar: su personalidad. Tenía que ser impactante. Nippur es, más o menos, una mezcla entre Conan y la poesía de Martín Fierro, ahí es donde está lo rico. Estuve cuatro años buscando a Nippur hasta que lo conocí a Ariel Bressán. Es una persona muy tranquila, muy pausada, es deportista. Más que nada trabajamos en la personalidad, que es el corazón de la historieta; si el parche es un poquito más grande o más chico lo vamos a ir corrigiendo. Todos saben mucho de Nippur, es muy juzgable, muy difícil, pero ahora que ya tenemos una base y lo podemos ver en movimiento, la idea es empezar a mejorar.

¿Y el resto del casting? ¿Cómo los elegiste? ¿Conocían la historieta?

De las veintisiete personas que participaron en el rodaje, ninguno conocía a Nippur, así que a todos les tenía que hacer entender qué era y cómo era el personaje. En un principio hablé con Liz Solari, pero no pudo participar por un problema personal; después la llamé a Florencia Maciá la conocida «Florcita» de Tito y Pelusa , que es fantástica. Después los contacté a Boris Bakst, que estuvo trabajando recientemente con Natalia Oreiro en Miss Tacuarembó, y a Matías Sciaini, que estudia con Lito Cruz en Buenos Aires. Ensayamos muchísimo. Es más, en un principio íbamos a filmarlo en árabe, pero terminamos eligiendo un español neutro que tuvimos que practicar mucho, para que no sonara ni rosarino ni porteño.

Me parece bien, no deja de ser la lengua de la historieta, así se escribió originalmente. ¿Robin Wood se enteró del proyecto?

Sí, luego de lograr contactarlo le comencé a comentar en qué consistía, le mandé fotos, hasta que me dio el OK y su aval para realizarlo. Ahora tiene que ver el teaser, para que hagamos un contrato legal. De palabra y por mail el proyecto está autorizado. Tengo un mensaje suyo donde me desea suerte. ¡Yo no lo podía creer!

¿Podremos disfrutar de algo de calidad algún día en la pantalla grande de este personaje emblemático del cómic Argentino?